El SAOS o síndrome de apnea obstructiva del sueño es una patología donde existe una obstrucción de la vía aérea durante el sueño nocturno, de forma repetitiva, causando pausas en la respiración y micro-despertares. Esto puede dar lugar a consecuencias graves a medio-largo plazo, como el desarrollo de hipertensión arterial, ictus, infartos o diabetes.
Se diagnostica mediante un estudio de sueño, o polisomnografía nocturna. En muchas ocasiones se realizan además otras pruebas, como por ejemplo una fibroscopia para visualizar y ver cómo se comporta el paladar, la base de la lengua y el resto de la vía aérea superior.
La cirugía de sueño o Sleep Surgery hace referencia al conjunto de procedimientos que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de pacientes con este síndrome aumentando la vía aérea. Algunas de ellas actúan a nivel de las partes blandas (lengua, paladar, faringe) y otras a nivel de los huesos del maxilar superior y/o mandíbula.
Vamos a comentar alguna de las cirugías que se pueden hacer de los huesos.
El avance geniogloso y/o mentoplastia son técnicas para aumentar el espacio más inferior de la vía aérea. El músculo geniogloso es un músculo de la lengua que está insertado a la zona trasera de la barbilla. En ambas cirugías, se hacen unos cortes en la barbilla, para avanzarla parcial o completamente. Se realizan bajo anestesia local y sedación o anestesia general, las heridas siempre se hacen por dentro de la boca, y el tiempo de recuperación son 2-3 semanas.
La cirugía ortognática de avance maxilomandibular es una cirugía donde se realizan unos cortes en el hueso maxilar superior y en la mandíbula, y se avanzan ambos hacia delante. Esta cirugía mejora tanto la vía aérea posterior como el flujo aéreo por la nariz. En la mayoría de las ocasiones, esta cirugía va asociada a un tratamiento de ortodoncia para alinear los dientes y tener una mayor estabilidad.
La cirugía de expansión maxilar o palatina tiene como objetivo un ensanchamiento de dicho hueso, también para mejorar los síntomas de SAOS. Para ello, se realizan unos cortes horizontales y verticales, y se coloca un dispositivo fijado con unos tornillos especiales y apoyado en los dientes. Durante las siguientes 3-4 semanas tras la cirugía, se van dando vueltas al dispositivo para ir expandiendo el paladar poco a poco, creándose hueso en el espacio que se va creando, y así aumentar la vía aérea en sentido transversal.
Consulta con tu cirujano maxilofacial para saber cuál es el indicado en su caso.