En este nuevo post te vamos a hablar sobre los elementos básicos que debe tener una buena rutina diaria skincare. Nuestra dermatóloga nos lo explica:
Higiene facial
La higiene facial debe ser el primer paso de toda rutina y hay que realizarlo dos veces al día (sí, por la mañana y por la noche, que no te de pereza, tu piel te lo agradecerá). Retirando los restos de sebo y suciedad acumulados a lo largo del día evitaras la obstrucción y dilatación del poro y la prepararás mejor para la aplicación de otros activos.
Protección solar
Es casi la parte más importante de la rutina, ya que es de las mejores cremas antiaging que hay. Recientes estudios afirman que las personas que no usan fotoprotección solar de forma diaria, envejecen hasta un 24% más que las personas que sí las usan. El 80% de los signos visibles del envejecimiento cutáneo (manchas, arrugas, alteración textural…) están causados por la exposición solar, por lo que hay que utilizarla todos los días del año (sí, aunque esté nublado).
Antioxidantes
Son sustancias que nos ayudan a protegernos frente al estrés oxidativo causado por los radicales libres en nuestra piel que generan la contaminación, falta de sueño, radiación solar, estrés, malos hábitos alimentarios o tabaquismo.
Transformadores cutáneos
Los transformadores cutáneos son otros de los protagonistas indiscutibles de cualquier rutina. Entre ellos se encuentran los retinoides y los alfa hidroxiácidos como el ácido glicólico. Se recomienda utilizarlos por la noche ya que van a favorecer la renovación cutánea y la estimulación de la producción de colágeno consiguiendo reducir la aparición de arrugas, manchas, y mejorando las imperfecciones. ¿A qué esperas para incorporarlos en tu rutina?
Es importante que siempre lo hagas por un especialista que te asesore sobre las posibles reacciones esperables y te prepare una rutina especializada.
Hidratantes/reparadores cutáneos
Los echabais de menos ¿a qué sí? Las cremas reparadoras no son necesarias en todas las rutinas, pero sí que nos ayudan a regenerar la piel después de agresiones (físicas como el frío o tras procedimientos como el peeling o el láser) o durante el proceso de retinización.
Estas son los básicos de una buena rutina, pero recomendamos siempre una valoración personalizada para adaptar los distintos activos a las necesidades de tu piel. El equipo de m4faces podrá ayudarte si lo necesitas.
